Los errores fundamentales de pensamiento provienen de lo que algunos autores
especialistas en el tema llaman la “trampa de la inteligencia” consiste en:
· Las personas inteligentes pueden justificar prácticamente cualquier punto de
vista: Cuanto mejor elaborado esté el razonamiento, menos necesidad hay de
explorar la situación y contrastarla con otras opiniones o datos. Una persona así
puede quedar prisionera en sus propios puntos de vista.
· Sienten la necesidad de tener siempre la razón: La autoimagen y el estatus de una
persona dependen, en muchos entornos sociales, de su grado de inteligencia. Es
difícil, profundizar en la búsqueda de la verdad, aceptar errores, o encontrar
soluciones que pueden ser consideradas “incómodas”.
· El uso crítico suele producir una satisfacción más inmediata que el uso
constructivo: Al demostrar que estoy de acuerdo con otro, mi papel parece superfluo
y subordinado. Si propongo una idea “estoy en manos” de los que la tengan que
juzgar. Si critico, sin embargo, parece que yo controlo la situación.
· Prefieren la seguridad del pensamiento reactivo a la del pensamiento creativo:
En el pensamiento reactivo se reacciona ante los datos que a uno le entregan (de la
misma forma que se reacciona ante un crucigrama).mientras que en el pensamiento
creativo, hay que crear el contexto, los conceptos, los objetivos.
· La rapidez de pensamiento: Muy útil para muchas cosas de la vida, pero también
supone un riesgo: saltar a conclusiones a partir de muy pocos datos. Una mente más
lenta puede, paso a paso, llegar a conclusiones más apropiadas.
A continuación vamos a ver más detenidamente algunos de los errores asociados a cada
forma de pensamiento descrita en el punto anterior. [índice: "Cómo resolver conflictos"]